¿Quién es Andrés Cano?
- Historia
Provengo de una hermosa familia conformada por mis padres Rodrigo Cano y Blanca Rodas, mis hermanos Julián, Carlos, Luzma, José, Juanes, Luis y Sebas. Recuerdo desde pequeño que mis padres trabajaban activamente por el fortalecimiento de los vínculos afectivos familiares, desde ahí, y sobre todo por el ejemplo de ellos, nació mi pasión por el trabajo con las familias y sus integrantes.
La mayor parte de mi tiempo no laboral, la dedico a amar a mi familia, conformada por mi esposa Catalina Trujillo, con la que estoy casado desde 2008, María José Cano Trujillo (nacida en 2009) y Cecilia María Cano Trujillo (nacida en 2015).
- Experiencia
Por ser una familia numerosa, y debido a que mi padre tuvo una quiebra económica cuando yo tenía 15 años, comencé mi vida laboral desde esa edad. Dentro de los trabajos que tuve, hubo uno que marcó enormemente mi vida y mi futuro. Ya estaba estudiando Ingeniería Civil en la Universidad Nacional de Colombia, cursaba 7º semestre cuando comencé a trabajar como Preceptor, es decir, un acompañante personal en el mejoramiento en su vida integral, de los alumnos del colegio del que yo era egresado. Un trabajo un poco alejado de lo que actualmente me encontraba estudiando. Sin embargo, el comenzar a trabajar con adolescentes y sus familias desde 1997, despertó un interés que ha ido creciendo día a día, por acompañar a cada uno de los miembros de la familia para sacar lo mejor de sí mismos. Sin advertirlo, era el inicio de mi futura profesión como coach personal y familiar.
En el momento en que decido dedicarme a trabajar temas de familia, realizo estudios que me han permitido fortalecer mis competencias para ofrecer un trabajo de calidad: Especialización en Desarrollo Personal y Familiar (2011), Especialización en Gerencia Educativa (2004), Magister en Psicología General (2006), Magister en Trabajo Social con énfasis en familia y redes sociales (2014), Experto internacional universitario en resiliencia y coaching personal y ejecutivo profesional certificado (2016), Instructor en Dinámicas de Aprendizaje Acelerado y Firewalking (2019), Certificado internacional en Coaching en Relaciones extraordinarias (2022).
Gracias a Dios tuve la oportunidad de trabajar en empresas como Corporal con el programa Protege Tu Corazón (programa de educación del carácter y la afectividad), con la corporación CED, Forjar Familia, Gimnasio Los Alcázares, con la Escuela de Ingeniería de Antioquia y, desde 2009 y hasta la fecha, con el Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana.
MISIÓN DE ANDRÉS CANO
Acompañar a las personas, parejas y familias, a sacar su mejor versión, que la entiendo como ser mejores AMANTES, desarrollar nuestra identidad de amantes. Estoy convencido que solo podremos ser felices si desarrollamos nuestra capacidad de amarnos a nosotros mismos y a los demás.
El ser buen amante conlleva paz interior, que solo es posible al ser conscientes de la influencia de la sociedad líquida en la propia vida (ya que genera comportamientos que victimizan), cuestionarlos y modificarlos hacia comportamientos que generan protagonismo.
- Creencias y valores fundamentales
- Cada persona merece respeto a sus creencias y experiencias.
- Nadie puede ser juzgado como persona, los hechos sí pueden ser objeto de juicio.
- Creo que todas las personas pueden ser más felices
- La persona es un ser relacional, desarrollará sus máximas capacidades en las relaciones con los demás.
- Ser mejor para servir mejor. La esencia de la mejora como persona se orienta a servir mejor a los demás.
- La mejor actitud hacia una persona es amarla tal como es, aceptarla, buscar sus bienes mayores por ella misma y no por la utilidad que pueda representar.
- Todas las personas estamos diseñadas para amar, para entregarle a los otros nuestra mejor versión.
- Al sacar la mejor versión de cada uno para el servicio a los demás, consecuentemente, habrá una mejor sociedad
- Todas las personas pueden ser mejores y han sido creadas para un propósito digno.
- Todas las personas tienen un valor como fin en sí mismas.
- Toda vida tiene un sentido trascendental, no hay nadie «perdido».
- Todas las personas tenemos la posibilidad de ser «sólidas». La sociedad liquida genera angustia, la solidez en el amor, paz.
- La única forma de alcanzar la paz es adhiriéndose a un referente muy sólido, que permita soltar el control. Creo que el mayor sólido es Dios.
- La paz se alcanza día a día, en el ahora. El único momento que se tiene para actuar es el ahora, por lo tanto, el único momento que se tiene para ser feliz es el ahora.
- Todas las personas, tienen el poder de adquirir compromisos duraderos o para toda la vida.
- Las primeras personas con las que se relaciona son aquellas de su familia y por tanto, son las personas con las que es prioritario tener mejores relaciones y tratar de sacar lo mejor de cada una de ellas.
- Cuando se forma una familia, la primera persona con la que se tiene más responsabilidad es la pareja, luego los hijos.
- El dolor y la muerte son realidades comunes a todas las personas. Por lo tanto, tienen que tener un sentido positivo. Lo que no quiere decir que tengan que ser buscadas…
- El dolor es una realidad de la que se pueden derivar bienes espirituales y trascendentales. No es posible analizar y tratar de comprender esta realidad en el mismo nivel en el que se formó.
- La muerte es una realidad que se puede interpretar positivamente como la consecución del bien más perfecto, es decir, Dios.