¿CÓMO SER UN BUEN AMANTE?…

en tiempos líquidos

En el año 2018, en Colombia se divorciaron 2,67 parejas cada hora…

¿qué está pasando?

¿vivir feliz en una relación de pareja es suerte?

¿es posible tener una relación de pareja estable, para siempre y además feliz?

Se requieren…

7 años para obtener un título profesional de Medicina

5 años para un título profesional de Ingeniería

3 años para ser aviador experto

Y para ser un buen amante… ¿cúanto?

Recuerdo que cuando mi mamá se enfermó, era noviembre 30 de 2008, mi padre se dedicó tiempo completo a estar a su lado, la llevaba al médico, la traía, la atendía en sus dolores y efectos de la quimioterapia… siempre a su lado. Recuerdo que un día, cuando mi mamá ya llevaba varios meses de quimio, de tratamientos dolorosos y efectos incómodos, el médico de cabecera nos llamó aparte a mi papá, a mi esposa (por ser médica y la que llevaba el proceso con nosotros) y a mí (por ser el mayor de los hijos en la ciudad) y dirigiéndose a mi papá le comenzó a decir: “Rodrigo… Blanquita lo necesita mucho, está muy débil y usted es el principal apoyo de ella. Por eso –y mirándonos a mi esposa y a mí-, necesito que reciba más ayuda en el cuidado de ella. Es importante que sea relevado por uno de sus hijos, algunas noches para que usted pueda descansar, pues si usted no está bien, se va a enfermar también”… estaba acabando de decir esas palabras cuando mi papá empezó a llorar desconsoladamente como nunca antes lo había visto, y le rogaba al médico, diciéndole: “por favor, no me haga esto, no me pida que me separe de Blanquita, yo hago lo que sea…” En ese momento, sentí un estremecimiento por todo mi cuerpo, lo miraba y no podía creer lo que estaba pidiendo. Si supuestamente le estábamos quitando “un peso” de encima, ¿por qué insistía en quedarse a su lado?, ese fue el poder del amor que mis papás siempre nos mostraron, y mirando a mi esposa, pensaba en silencio: “ojalá Dios me de la fuerza para amar algún día de esa manera a mi esposa”… (p. 10)

Mis papás me enseñaron que el amor es un proceso, que llegar a ser un buen amante requiere de conocimientos y esfuerzo constante… No se nace siendo buen amante, hay que aprender a serlo. Esta es la razón de ser de este libro, generar esperanza en que es posible el amor para siempre, en que es posible ser un buen amante.
Y ¿por qué este nombre?, porque he querido rescatar una palabra que expresa una hermosa identidad: ser amante. El libro no trata sobre la forma de cómo ser infiel o cómo tener mejores relaciones sexuales… no (aunque tiene mucho que ver con esto último y que será tema del tercer libro de esta serie)…

Ser un buen amante es:

… ser capaz de cuestionar los modelos de pareja líquidos para apuntar a algo mucho mejor.
… querer descubrir los comportamientos que corresponden a una relación sólida.
… esforzarse en ser responsable y coherente con la identidad adquirida.
… pasar de una mirada líquida de la persona -en la que se ve como un objeto, como un medio para algo-, a una mirada amorosa -un fin en sí misma-.
… habituarse alegremente en la negación de sí mismo para potenciarse y potenciar a la pareja.
… vivir la relación de pareja de manera protagonista, porque soy el que decide cómo vivirla.
… sacar lo mejor de sí mismo para entregárselo a la otra persona.
aceptar y amar, no aguantar.
… la posibilidad de alcanzar la felicidad y la paz interior en el matrimonio.

¿Qué te encontrarás en el libro?

 

El libro es un relato novelado sobre la relación de pareja. Un diálogo entre una pareja que se quiere casar y otra con bastantes años de matrimonio, que han sido formadores de otras parejas.

Se tratan los retos a los que se enfrentan las parejas cuando quieren formar una relación estable y duradera, temas como el para qué casarse, que significa el enamoramiento y el matrimonio… todo desde la metáfora de la sociedad líquida, utilizada por Zygmunt Bauman para describir las características de una modernidad cada vez más inestable, insegura, instantánea… rasgos que se manifiestan igualmente en las relaciones de pareja.

El lector encontrará en este libro una lectura amena y sencilla que además le dará luces y herramientas para ser un buen amante, por medio de ejercicios individuales y en pareja. Es un libro orientado especialmente a parejas que quieren formalizar su relación o que estén comenzando una vida en pareja.

Ellos lo dicen…

Cristian Conen

«La lectura del libro me atrapó desde el mismo comienzo… En el libro se dice mucho sobre el amor y el matrimonio y se dice bien, pero precisamente la manera no académica de hacerlo convierte su lectura en un enriquecimiento ameno… El texto facilita involucrarse, sentirse parte de muchas situaciones, sentimientos y pensamientos de sus protagonistas en relación con el desafío más importante de la vida, que es saber amar»

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Cristian Conen.

Profesor universitario, conferencista y escritor de numerosos libros como Ecología de la familia, El amor en tu camino de vida, Amor sólido, Claves para saber amar, entre otros

María Elena lópez

«Muchas cosas me encantaron. Andrés, conocedor de ese inmenso universo de la pareja, nos va adentrando en sus complejos parajes a través de casos que nos reflejan su cotidianidad, de reflexiones sencillas pero potentes, ejercicios y actividades prácticas, y estrategias efectivas e inteligentes.
(…) rescata la fuerza del amor recíproco, la importancia de conocer el verdadero sentido de la relación y el compromiso con el proyecto común para hacer que la pareja sea un lugar de crecimiento y avance para ambos»

 

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María Elena López.

prestigiosa psicóloga y autora de numerosos artículos y libros sobre dinámica familiar. Autora de los libros «Inteligencia en pareja»,  «Inteligencia familiar», «Basta ya, el bullying puede parar», entre otros.

Tatiana Varela

«Andrés, para mi fue un honor conocerte hoy, quiero agradecerte porque tu libro me ayudó muchísimo con mi matrimonio. Dios se manifestó a través de tus palabras para ayudarme a salir adelante en una crisis matrimonial que tuve…GRATITUD TOTAL»

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Tatiana Varela.

Marcela Martínez

«Andrés, hoy me terminé el libro. Lo había leído por partes, tomándome el tiempo. Vuelvo a felicitarte… gracias por atreverse a amar, a hablar, a compartir, porque estoy 100% segura que serán muchas almas salvadas. No veo la hora de leer el próximo libro».

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Marcela Martínez.